viernes, 7 de mayo de 2010

T_O_N_T_O_¡_¡

Conocí a un tipo tonto,
Siempre pensaba que él era capaz de entregar su sentir
Y salir incólume de su tremenda confesión;
Su actitud le costo romper con amigos,
Más bien que sus amigos rompieran con él,
Y doy fe que sus confesiones no eran intimidatorias ni agresivas,
Muy por el contrario,
Argumentaba desde su mayor simpleza ¡
Sus palabras las entregaba comprometido con su sentir.


Este hombre tonto,
Este ingenuo amigo enfrento momentos críticos
A causa de su actitud; Lo despidieron de respetables trabajos,
Fue mirado con desconfianza en la organización política a la que pertenecía,
Vi  a más de alguno de sus seguidores comentando  en voz baja
Y con un dejo burlón lo excéntrico y absurdo de su actuar.

Él, lejos, muy lejos de aquellas actitudes y reacciones,
Se alegraba de su empatia,
Él, asumido en sus convicciones solo dejaba fluir sus emociones,
Él, convencido de su tremenda honestidad regalaba su sentir como aire fresco.
Él no usaba corazas, no las necesitaba… según él.

Yo por el contrario creo que este amigo es un hombre tonto,
Yo, y que conste que del alma humana se bastante,
 Yo como psicólogo con larga trayectoria en terapias de parejas
Y conflictos interpersonales
Digo que este tipo, este ingenuo amigo es un tonto.

Siempre intente advertirle que la honestidad es un recurso escaso
En este mercado de vanidades,
Siempre hay que dosificarla,
Es un material preciado, no se entrega a buenas y a primeras,
Le aconseje estrategias,
Nunca tanta cercanía, siempre un dejo de distancia,
Siempre marcando el territorio,
Con sutileza, nunca, pero nunca evidenciar la cruel desconfianza,
Nunca mostrarse abierto al dialogo pleno,
Como siempre digo; dosificarlo,
Entregarlo a gotas,
Como un generoso regalo de honestidad.


Este amigo mío no aprende,
Este ser tonto no quiere superar su torpeza,
Y que conste que, cuando digo amigo es porque valoro su capacidad,
Es un ser extraordinario en sus opiniones,
Agudo, con visión estratégica,
Con un envidiable manejo del acontecer social y político,
Para que decir como construye miradas novedosas y creativas
De los conflictos sociales que hoy nos aquejan,
Me invade una sana envidia de sus particulares capacidades,
(Si esto no fuera público confesaría mi rabiosa envidia
Que le tengo a este torpe e ingenuo tipo).

Si fuera menos torpe,
Si fuera menos ingenuo,
Si por lo menos intentara probar con un poco de cinismo,
Si fuera capaz de darse cuenta del tremendo potencial que maneja
Las posibilidades le llegarían a su casa.
Si pudiese conocer el arte del poder seria un perfecto triunfador,
Pero el insiste en su torpeza,
Le lloverían guapas mujeres,
Le sobrarían ofertas de trabajo,
En fin le sobraría todo ¡

Dedicado a mi tonto amigo Vitole (ese es el tonto seudónimo de mi tonto amigo Luis Lineros, si esto no fuera público jamás diría de quien se trata¡¡)

lunes, 3 de mayo de 2010


Me acerco confuso y vulnerable a mi cristalino dolor,
Mi alma triza una esquina de mi ser,
A mi piel la recorre un tenue murmullo de ancestrales voces…
… duerme niño en esta noche bañada por el llanto de la pena,
Duerme y deja que el llanto limpie tus hojas, como la lluvia limpia el alma de los árboles, duerme niño en esta noche.
Los húmedos vestigios del llanto ritual,
Alojan en ciertos rincones del sentir.
La quietud del diáfano silencio.
El dolor se hunde en la vegetal humedad de mi historia.

01_38 hrs. madrugada de sabado

Un leve dejo sensual transmite mi cigarrillo,
Aprieto los audífonos pa’ sentir la profundidad del sonido,
Recorro mi ser lejos de historias y nombres,
La memoria me regala imágenes de lugares bañados por la nocturna humedad.
Frescas y cadenciosas imágenes se mueven al ritmo de la música,
El dejo amargo de la cerveza helada,
El olor a conversación en un bar de la noche,
Las intensas voces desplegando algún tema,
La música invadiendo rincones,
Rincones adueñándose de la noche,
Las miradas son certeras flechas buscando su blanco,
Los gestos son vanidosas señales cautivando miradas.
El azul humo de mi cigarrillo me regala el magistral armamento;
Tomo con fuerza y rabia el resto de cerveza,
Escupo el rencor de la soledad
Y dejo que ella, mi soledad caprichosa y cercana abrigue mi alma.
Miro la tribu y sus ritos.
Me estremezco al sentir los salobres gestos,
Impúdicas piernas exhalando el placer,
Los juegos eróticos entrelazando los cuerpos,
Olores y sensaciones de la nocturna humedad del anónimo bar,
Salgo y camino con mi cigarrillo apretado en mis labios,
Aferrado a mi orgullo.